Javier Milei acudió al predio de la Sociedad Rural en el barrio porteño de Palermo para otorgar nuevos beneficios fiscales a las patronales del agro, mientras intenta vetar escasos aumentos en los haberes de jubilados y pensionados que perciben la mínima. A esto se reduce su lucha contra “la casta”.
También accedió a ser entrevistado por medios y periodistas afines al anarcocapitalismo que montaron estudios en el predio palermitano, para volver a celebrar lo que “el Jefe” hizo con La Libertad Avanza (LLA) en las últimas semanas, de cara a las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre de este año.
Elecciones de medio término en las que se renovarán 127 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados para el periodo legislativo 2025-2029, y 24 de las 72 bancas del Senado de la Nación para el período 2025-2031.
“Mi hermana logró cerrar La Libertad Avanza en los 24 distritos de la Argentina”, sentenció el Presidente en alusión obvia a Karina, la secretaria general de Presidencia cuya principal tarea oficial es fungir como titular del partido libertario a nivel nacional. Es decir: un ñoqui…
Pero no se limitó a reivindicar la labor militante de su hermana: fiel a su estilo provocador, como lo califican algunos, o procaz, como lo llaman otros, no pudo evitar ser grosero, desagradablemente soez.
“Hay gente que ha estado durante años tratando de hacer el partido en una provincia y no lo logró, y mi hermana esta semana logró cerrar La Libertad Avanza en los 24 distritos de la Argentina”, aseguró el Presidente.
Y prosiguió: “No quiero ser grosero con la respuesta, pero como le dicen la pastelera, la pastelera les llenó de crema…”, dijo al ser interrumpido por los periodistas que, como él, rieron ante la nueva “gracia” de un jefe de Estado que más que líder político se asemeja mucho a un cómico pasado de moda. De los 90, más precisamente, década que el libertario rememora y remeda con cada una de sus acciones.
Embed