Dólar, inflación y consumo: la hoja de ruta de Caputo para transitar los 100 días hasta las elecciones

En el equipo económico no admiten contratiempos. Por lo menos en público, rechazan las críticas de algunos consultores. Los funcionarios defienden la idea de eliminar las LEFIs, una decisión que se había pautado hace tiempo y no se quiso demorar.

Las tensiones cambiarias de las últimas horas se adjudican a la lógica electoral. Y a la decisión de la oposición de votar un paquete de leyes que implican un gasto público adicional por 2,5 puntos del Producto Bruto.

El propio Presidente había alertado en su discurso en la Bolsa de Comercio que habría «volatilidad» en los mercados. Y así está sucediendo.

Para evitar que el dólar (mayorista) escape por encima de los $1.300, el Gobierno decidió una suba sensible de la tasa de interés, que podría tener un impacto negativo en la economía real, sobre todo de las empresas.

El Gobierno, en alerta por la inflación

De acá hasta las elecciones de medio término, el objetivo central del oficialismo no se moverá del proceso de desinflación. Y hay más: el Gobierno presta atención a lo que también miran en la City: las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Para ese momento —el domingo 7 de septiembre— faltarán 51 días, la mitad que para las elecciones nacionales.

A diferencia de las encuestas que mira Javier Milei para las elecciones de octubre, que le otorgan una clara ventaja al oficialismo, las de la provincia de Buenos Aires no muestran lo mismo. Ahí el panorama luce más abierto. Por ahora, en el mayor distrito electoral del país, no puede hablarse de que «la libertad arrasa».

El Gobierno no quiere ningún movimiento extraño con el tipo de cambio. La suba de las últimas semanas fueron contenidas por la intervención oficial y, por ahora, esa alza no se trasladó a los precios de los productos de la canasta esencial.

Ahí están puestos los cañones: en que el proceso de desinflación prosiga y que el índice se mantenga más cerca del 1% mensual que del 2%. Que el IPC rompa el piso del 1% es, por ahora, una quimera.

El consumo no remonta y crecen los pagos en cuotas

En un contexto de un mayor apretón monetario y una política de ingresos contenida, con las paritarias corriendo por debajo de la inflación, el consumo llegará a las elecciones con un nivel pinchado.

La estrategia de que el crédito se convierta en el empuje de la actividad económica quedó ahora en crisis, tras el encarecimiento de las cuotas.

Un informe del Banco Central acaba de revelar que las familias ya tienen comprometido el 19% de sus ingresos en el pago de cuotas. Eso significa que no existe demasiado espacio para seguir tomando deuda para consumir.

La economía «de contado» sigue en niveles históricamente bajos, a pesar de que la inflación mensual va para abajo.

Justamente, en las grandes compañías fabricantes de alimentos, bebidas y productos de higiene personal y limpieza, consultadas por iProfesional, admiten que no tienen margen para trasladar la suba de sus costos dolarizados (materias primas) a los precios finales.

«Privilegiamos no perder volumen de ventas. Aunque el margen de rentabilidad ya se encuentra en mínimos históricos», resume el director de una alimenticia líder a iProfesional.

Luis Caputo, ante el desafío de frenar al dólar

Está claro que de acá hasta finales de octubre, el Gobierno tomará las medidas que tenga a mano para evitar una escalada del tipo de cambio.

Existen motivos para la preocupación: a partir de este martes que viene se notará una clara disminución en la oferta de divisas en el mercado. Se terminan los dólares de la cosecha gruesa, que el Gobierno forzó para que se liquiden antes de finales de este mes con una baja transitoria de las retenciones.

En el mercado de granos suponen que esa oferta se reducirá a menos de u$s100 millones diarios, contra los u$s200 millones a u$s250 millones promedio diarios durante las últimas semanas.

¿Alcanzará para darle soporte al tipo de cambio? En el mercado creen que la última suba de las tasas servirá para cumplir con ese objetivo. Aunque el Gobierno sabe que necesita regenerar la confianza pronto.

Existen, de todas formas, distintas herramientas que saldrán a la cancha si el mercado cambiario se tuerce.

«Luis Caputo busca convencer al mercado de que el nuevo nivel del dólar tendrá un techo de $1.300 (en el mayorista)», dice Javier Casabal, analista de Adcap en diálogo con iProfesional. «Es lo que se está viendo en el mercado de futuros, donde hubo una fuerte intervención oficial en las últimas jornadas», agregó Casabal.

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