«Nos reunimos con Gol Airlines, como lo haremos con JetSmart y ya lo hicimos con Flybondi, para buscar alternativas y evitar que se siga dañando a los sectores productivos, al turismo y a todos los argentinos que se vieron impedidos de llegar a sus destinos», publicó la cuenta de X (ex-Twitter) de la Jefatura de Gabinete.
El posteo fue acompañado de una foto de Francos, Caputo y el secretario de Transporte, Franco Mogetta, con directivos de Gol.
Reunión de Guillermo Francos y Luis Caputo con directivos de la aerolínea brasileña Gol.Esa misma tarde, el directorio de Aerolíneas Argentinas había resuelto la convocatoria a una asamblea de accionistas, a mediados de octubre, para tratar el pedido del Gobierno de remover al sindicalista Pablo Biró como director de la compañía, en representación del Programa de Propiedad Participada (PPP) de los trabajadores.
El pedido para quitar a Biró del directorio, invocando la Ley de Sociedades Comerciales, fue solicitado por el secretario Mogetta, como representante de las acciones mayoritarias del Estado.
Según las fuentes oficiales, lo que se busca con las reuniones con líneas aéreas es explorar si estarían dispuestas a tomar en condición de «sublease» (subalquilar) los aviones y las rutas que vuela Aerolíneas y que han tenido sucesivas interrupciones con las más de 10 medidas de fuerza protagonizadas por los gremios aeronáuticos en las últimas cuatro semanas.
En forma paralela, el Poder Ejecutivo está buscando acelerar el tratamiento en comisiones del proyecto presentado por el diputado Hernán Lombardi junto a otros 20 diputados del PRO para declarar a Aerolíneas como «sujeta a privatización», luego de que su venta y la de otras empresas públicas fue retirada del proyecto original de la Ley Bases, que con esas y otras modificaciones terminó aprobando el Congreso.
Si bien el Gobierno está exhibiendo voluntad y algo de músculo para contrarrestar la oposición por momentos salvaje que le muestran los gremios aeronáuticos, a la vez choca contra las propias limitaciones de las empresas candidatas para cubrir las posiciones de Aerolíneas.
Gol, la aerolínea con cuyos directivos los ministros Francos y Caputo se fotografiaron el viernes, está en concurso preventivo en Estados Unidos desde enero y presentó a sus acreedores un plan para reestructurar su deuda. Está llevando adelante un ambicioso plan de reestructuración financiera, por un total de 3.500 millones de dólares (refinanciación de la deuda y emisión de nuevas acciones) para conseguir fondos frescos e incrementar su flota de 142 aviones Boeing de un pasillo a casi 170 aviones en 2029.
Fybondi y JetSmart conocen a Aerolíneas de cerca porque le vienen compitiendo en el mercado de cabotaje desde 2018, cuando comenzaron a operar en el Aeropuerto de El Palomar. Seis años más tarde, con sus aviones instalados entre Aeroparque y Ezeiza, las dos aerolíneas «low cost», ambas de capitales estadounidenses, ya se quedaron con más de un tercio de los pasajeros que vuelan dentro de la Argentina.
Esa expansión comercial fue acompañada por un crecimiento de su flota, que hoy suma 15 aviones de Flybondi y 8 de JetSmart. Pero al día de hoy, entre las dos empreas apenas superan la cuarta parte de los 85 aviones de Aerolíneas.
Pero la lista de empresas a consultar sería más extensa. Fuentes oficiales mencionaron también a LATAM como posible «interesada» e incluso habría habido contactos con el veterano empresario Germán Efromovich, quien encabeza el fondo de inversión Synergy y todavía es propietario en Argentina de la ex aerolínea Avian, que le compró a la familia Macri con la marca McAir, cuando Mauricio Macri era presidente.
Desde el Gobierno buscan desactivar la parálisis completa en que podría quedar sumida Aerolíneas en caso de que se haga efectiva la renuncia de su gerente de Operaciones, Gustavo García Lemos, para cuyo cargo todavía no hay un reemplazante. Como ya se explicó, el cargo de Gerente de Operaciones reporta de manera directa a la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) y sin esa figura ninguna línea aérea puede operar.
Si bien García Lemos sigue en su cargo, habría presentado su renuncia para mediados de octubre. Y desde el Gobierno lo que se busca es llegar a esa fecha con un armado de líneas aéreas alternativas dispuestas a operar, cada una, parte de los vuelos de Aerolíneas.
En ese punto es donde la intención oficial choca contra otro importante obstáculo: la falta de pilotos. No se trata de un problema del gremio APLA que encabeza Biró y ni siquiera de la Argentina: desde la pandemia para acá, según fuentes del sector, en el mundo están faltando pilotos, razón por la cual muchos de los que perdieron su trabajo cuando cerró LATAM Argentina volvieron a reinsertarse laboralmente.
En ese contexto, una demanda para cubrir el «agujero» que dejaría el gremio APLA si no llega a un acuerdo con la empresa requiere de al menos 300 experimentados pilotos para cubrir las rutas que hoy Aerolíneas vuela con menos de la mitad de su flota.
«Para volar los aviones de Aerolíneas necesitas pilotos, y no hay. Sólo para los vuelos domésticos harían falta unos 300 y no quedaría otra opción que recontratar a los pilotos afiliados a APLA«, señaló una fuente del sector.