Aerolíneas Argentinas lanzó una modalidad de vuelos que no era aplicada de manera sistemática desde que estaba en manos privadas, hace 30 años: vuelos de cabotaje en horario nocturno, con salida desde Aeroparque entre las 23 horas y las 3 de la mañana y con tarifas equiparables a las de una aerolínea low cost.
La iniciativa, con pasajes que ya están a la venta, comenzará a partir del 31 de octubre con un vuelo diario en esos horarios hacia Bariloche, Iguazú, Salta y Trelew, con ida y vuelta hacia Aeroparque.
Hay un quinto destino, Comodoro Rivadavia, donde Aerolíneas ya está volando desde este año en horario de “banda negativa”, aunque a una tarifa similar a a de los vuelos diurnos. Para esta ruta también comenzará a regir la tarifa promocional a fines de octubre.
Algunos operadores turísticos señalaron que en la “letra chica” que llegó a las agencias figura que los pasajeros de esos vuelos deberán pagar aparte el despacho de equipaje a la bodega, al estilo de las aerolíneas low cost.
Hasta el momento ninguna otra línea aérea está incursionando en estos horarios, agregaron los operadores, con excepción de algunos vuelos regionales que salen desde Ezeiza, como el caso de la ruta entre Buenos Aires y Santa Cruz de la Sierra de Boa.
En el caso de Aerolíneas, las tarifas arrancan en precios promocionales. Por tramo y sin impuestos, las rutas a Iguazú y Bariloche tendrán valores desde $17.560, mientras que para Salta y Trelew podrán encontrar pasajes a partir de $21.670. Para el caso de Comodoro Rivadavia, los valores comenzarán en $37.760.
Los vuelos en “banda negativa” fueron una experiencia que se extendió entre mediados y fines de los años ’90 cuando Aerolíneas había sido privatizada y pasó a manos de Iberia. Hubo también un breve período (entre 1998/1999) durante el cual el manejo de Aerolíneas quedó a cargo de American Airlines.
Con el final de la gestión de American fue también el fin de aquella experiencia de vuelos nocturnos y también de la primera etapa de los 18 años en los cuales Aerolíneas estuvo en manos privadas.
Más adelante llegaría el traspaso de sus acciones al Estado español, el prolongado conflicto gremial que desembocó en el pedido de concurso preventivo de la empresa y el traspaso de sus acciones por el valor simbólico de un euro al grupo español Marsans, que fue el propietario de las acciones de Aerolíneas desde 2001 hasta su reestatización en julio de 2008.