En medio de una pirotecnia política desatada entre Axel Kcillof y la vocería institucional de Javier Milei, el gobierno bonaerense apuró su explicación sobre el pago “extra” del Impuesto Inmobiliario, que duplica el valor de la cuota 5, por el “apremio económico” de la Provincia provocado por la administración de Javier Milei.
Desde ARBA insistieron este viernes que se trata de una “cuota adicional”. “Una herramienta -insisten- que fue prevista por la Legislatura a través del artículo 138 de la Ley Impositiva 2024 “votada por mayoría del parlamento”. A pocas semanas de presentar el proyecto de Presupuesto 2025, Buenos Aires intenta recomponer los ingresos del último tramo del año ante el ajuste del gobierno nacional y el recorte de partidas extraordinarias al mayor distrito del país y otras provincias. La última es el corte de asistencia al subsidio a los colectivos.
Esa tensión se manifiesta en declaraciones del propio gobernador, con una advertencia gravosa: “La ausencia del gobierno nacional pone al país en riesgo de disolución”. Rápido el vocero Manuel Adorni relativizó porque “estamos acostumbrados a que diga cualquier cosa”.
Centelleos de discursos. Los problemas están en otro lado. El Ejecutivo nacional no evoluciona con el ingreso de dólares, la salida del cepo, el despegue de la actividad económica y otras variantes importantes. A Kicillof tampoco le cierran las cuentas. Y el rascado de la lata del Inmobiliario prueba la escasez. No deja de sorprender a los contribuyentes. Por las dudas, en las cercanías del gobernador explican que afecta “a los contribuyentes de mayor capacidad impositiva”.
¿ A quiénes alcanza esta extra al bolsillo?.
Según ARBA, el 9% de las partidas inmobiliarias son las que se verán incluidas por esta cuota adicional. No podrá superar el 20% del total del impuesto anual y representa un incremento de alrededor del 100% de la última cuota. Se aplica -de acuerdo con la Ley Fiscal- cuando en el Impuesto Inmobiliario Urbano edificado la base imponible correspondiente al inmueble o a la sumatoria de la base imponible del conjunto de ellos, supere los $31.465.000. Para los demás contribuyentes, la cuota tendrá el mismo valor que las anteriores. Impacta en 457.000 partidas, sobre un universo de poco más de 4 millones.
La controversia recién comienza. El fisco bonaerense se excusa: «Dado el complejo contexto económico y político de la provincia de Buenos Aires, el año pasado se planteó la necesidad de obtener recursos extraordinarios a través de la imposición patrimonial y sobre segmentos de mayor capacidad contributiva».
De esta manera, la cuota 5 del tributo será «doble» para los dueños de inmuebles cuya base imponible supere los $ 31.465.000. Esto es, para valuaciones equivalentes a los u$s 650.000 a precio de mercado.
Acá aparece la primera aclaración a un tema estrictamente técnico, aunque doloroso al bolsillo. La base imponible no es lo mismo que valuación fiscal ni valor de mercado. Se establece a través de la ponderación del valor fiscal multiplicado por un coeficiente que se define año a año. Resultado: puede darse la situación que propiedades cuyo valor de mercado es menor igualmente estarían recibiendo esta cuota adicional, ya que sus bases imponibles superan los $31.465.000. En octubre, con las boletas se explicitaría esa aparente distorsión.
¿Está recomposición marcha al ritmo de la inflación?. Especialistas tributarios, con los informes mensuales del INDEC en la mano, sostienen que la inflación acumulada hasta julio de 2024 fue del 87%. Asumen que si la inflación de agosto-setiembre logra mantener en niveles de 4% mensual, en ese caso la inflación acumulada a septiembre será del 102,25%. Sebastián Domínguez, CEO de SDC Asesores Tributarios, adelantó en este contexto que la cuota 5 del Inmobiliario presentará el mencionado desfasaje.
ARBA tiene otro argumento. Manifestaron sus autoridades a Clarín que la cuota adicional “no tiene que ver con la inflación sino con lo que habilita a hacer la ley impositiva en el artículo 138, que establece el pago adicional para aquellos inmuebles de la planta urbana edificada, tanto en su componente básico como complementario, cuya base imponible del inmueble o del conjunto de ellos, supere los $31.465.000”.
Como sea, del repaso surge que entre la cuota 1 del impuesto que venció en febrero y la cuota 2 en abril, hubo un incremento equivalente al 20%. Después, en las cuotas 3 y 4 que vencieron en junio y agosto no hubo aumentos. Pero, con la incorporación del adicional, la última cuota, que vencerá en octubre, representa el 100% más respecto a las anteriores (2, 3 y 4) porque se le agrega la “extra”. Siempre hablando del 9% de las partidas.
Otra vez las aclaraciones de esta madeja impositiva. “El valor reflejado en la cuota 5 no representa un ajuste del 100% sobre la anterior, sino que es una cuota adicional que se suma a esta cuota”, despachan desde el organismo. Disquicisiones que no cambian la afectación del presupuesto de aquellos propietarios. Algunos más, otros menos. Asi están las cosas.
Aplica la cuota extra únicamente al Impuesto Inmobiliario Urbano Edificado. No involucra al Rural ni para los baldíos, “Se cobrará tanto sobre el básico como sobre el complementario, es decir, aquel que rige sobre los titulares de dos o más inmuebles pertenecientes a la misma planta”, abunda el comunicado oficial.
Quienes sean dueños de inmuebles valuados por debajo de los u$s 650.000, no recibirán aumento respecto de la cuota 4, por lo que el pago que debe ingresarse hasta octubre «tendrá el mismo valor que las cuotas anteriores (2, 3 y 4)».