Una encuesta entre 240 directivos o dueños de empresas realizada por IDEA arrojó que casi la totalidad (90%) esperan una mejora de la situación económica para las próximos 12 meses. Ese optimismo está basado principalmente en las expectativas de una baja de la inflación, así como del objetivo oficial de sostener el superávit fiscal.
Sin embargo, no hay prevista una «lluvia de inversiones» para el año que viene, a tono con ese optimismo generalizado, sino más bien una mejora moderada, a la espera del levantamiento definitivo del cepo cambiario antes de tomar decisiones de inversión «significativas».
Los entrevistados también mostraron sus reparos sobre los modos políticos, en particular el estilo «agresivo» del Gobierno.
Aun así, la encuesta arrojó que las expectativas de mejora son altas para 9 de cada 10 entrevistados: 72% de los ejecutivos consultados proyectó que en los próximos 12 meses la situación económica será “moderadamente mejor”, mientras que el 18% indicó que será “mucho mejor”.
Otro 5% de los encuestados señaló que prevé un escenario «igual» para el corto plazo, en tanto apenas un 5% de los 240 encuestados se mostró pesimista: 3% respondió que espera que la situación sea “moderadamente peor” y sólo 2% que será “mucho peor”.
En el terreno de las inversiones, sólo un 5% de los encuestados dijeron que piensan aumentarla «significativamente», mientras un 41% prevé incrementarlas «moderadamente» y para otro 40% «seguirá igual».
Para Santiago Mignone, presidente de IDEA, la disparidad entre optimismo general y cautela a la hora de invertir es principalmente a causa del cepo cambiario.
«Si bien la expectativa de inversión arroja una suba, sin una política cambiaria clara es difícil pensar en una lluvia de inversiones«, dijo Mignone durante la presentación de la encuesta, en la sede de IDEA. «Lo que sí hay es un incremento de inversiones y una mayor toma de crédito en el sector bancario, que es inversión de mantenimiento o de crecimiento, pero dentro de una lógica de un capital de trabajo estable», señaló.
Para Mignone, las inversiones fuertes hay que esperarlas exclusivamente en el marco del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), el cual es para grandes proyectos por arriba de 200 millones de dólares, y que tiene como atractivo principal, además de la estabilidad impositiva por 30 años, que no están alcanzados por el cepo.
«El resto de las inversiones van a venir por el RIGI, que son por fuera del cepo y con certidumbre sobre el futuro, o bien cuando el régimen cambiario sea más definitivo. Creo ahí se podrá pensar en inversiones más estructurales», agregó.
Una medición más de calidad que cuantitativa arrojó que muchos de los encuestados no terminan de digerir el estilo de gobierno que encabeza Milei: entre «nube de palabras» negativas que eligieron, se destacó tanto la «agresividad» como «comunicación», «Relaciones Exteriores», «comunicación», «desorden» y «modales». En esa misma «nube», con sentido favorable, apareció por encima de todo el término «inflación».
Ese nivel de expectativas resultó el más alto desde 2013, cuando se comenzó a realizar ese tipo de relevamiento entre los socios de IDEA.“El nivel de expectativas respecto de la situación del país de acá a un año se mantiene con una tendencia de crecimiento que ya se manifestaba en la medición de 2023”, dijo Santiago Bulat, economista jefe de la entidad.
Mignone destacó que muchos de entrevistados estiman que la inflación seguirá a la baja, entre un 22% que dijo que “disminuirá significativamente” y un 38% que “disminuirá moderadamente”. Y un dato más contundente, en cuanto al tipo de cambio, fue que 81% estimó que “aumentará moderadamente”. Para Mignone, esa visión «significa que nadie espera un salto brusco en el tipo de cambio».
Bulat destacó que los empresarios esperan un repunte moderado de la actividad económica hacia adelante, luego de la fuerte caída registrada en los primeros meses de 2024. «La expectativa es un aumento moderado del PBI, más con forma de letra U que de V«, dijo.