El principal asesor del presidente Javier Milei, Santiago Caputo, llevó también a las centrales nucleares su pelea con Mauricio Macri. La semana que viene tomará el control de Nucleoeléctrica Argentina (Nasa) y correrá a los alfiles del macrismo, en pos de la búsqueda de interesados en la privatización.
Así, podrá dominar a una de las pocas empresas públicas que tiene superávit operativo y que factura cerca de 800 millones de dólares por año, gracias a las tarifas que cobra de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) -en torno a unos 55 dólares por megavatio-hora (MWh)-.
Este año, el ministro de Economía, Luis Caputo, dejó afuera a las firmas del Estado de la renegociación de la deuda de Cammesa con las generadoras eléctricas y productoras de gas, en la que les recortaron un 50% del capital y les pagaron con un bono en dólares -el AE38D-, por lo que Nasa dejó de percibir unos US$ 200 millones por sus ventas de energía entre diciembre 2023 y febrero 2024.
Las centrales nucleares y sus directores
La compañía estatal cuenta con algo más de 3.100 empleados y quienes la conocen por dentro aseguran que está sobredimensionada: se trata de un promedio de 1,8 trabajadores por cada MW de potencia instalada (1.763 en total), contra un promedio que en el mundo está cerca de los 1 a 1,1 empleados por MW.
Es decir, un plan que sea consistente con bajar los costos para conseguir darla en concesión a empresas privadas podría incluir un achique de por lo menos 500 a 1.000 personas, admiten fuentes de Nasa.
Como contó Clarín, una de las trabajadoras de la empresa es una peluquera que el expresidente Alberto Fernández conoció por Facebook y a la que le dio en 2021 un puesto de «personal administrativo».
Según publicó el portal EconoJournal, la semana que viene se producirá el cambio de autoridades en la empresa que opera las centrales nucleares Atucha I y II y Embalse, claves para el abastecimiento de energía eléctrica en el país.
Alberto Lamagna asumirá como presidente, y desplazará de ese cargo a Luis Fasanella, que llegó con el ex jefe de Gabinete Nicolás Posse, pero se quedará como vicepresidente.
En la vicepresidencia correrán a Julián Gadano, exsubsecretario de Energía Nuclear de Macri (2015-2019), y quien trabajó en los equipos técnicos del ex precandidato Horacio Rodríguez Larreta.
Uno de los nombramientos que llamaron la atención en el sector es el de Jeremías Coppola, trader de criptomonedas, que se sumará al directorio junto a Guido Giana. Allí pesó el secretario de Empresas y Sociedades del Estado, Diego Chaher, el interventor que cerró la agencia de noticias Télam y tiene a cargo el destino de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) y Aerolíneas Argentinas, entre otras firmas.
Entre las primeras decisiones que deberán tomar los nuevos directores está la extensión de la vida útil de Atucha I, que termina el 29 de septiembre. Para eso, deberán conseguir la autorización de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), un organismo técnico profesional que no suele habilitar este tipo de prácticas.
La extensión hasta abril 2025 puede llegar a ser fundamental para robustecer el sistema eléctrico en el verano y evitar cortes de luz.
NE