Japón es el país más longevo del mundo. Es que, según informó el Ministerio de Cultura y Deporte del país asiático, en 2015 el número de ciudadanos mayores de 80 años superó los 10 millones y, de ellos, 58.200 tienen más de un siglo. Aunque las razones pueden ser genéticas y referidas al estilo de vida, la respuesta podría estar donde menos se espera.
La alimentación es uno de los ejes fundamentales para la longevidad. Sin embargo, hay un condimento que deslumbra por sus efectos mágicos, pese a que no es muy conocido en el mundo. Se trata de komezu, o más conocido como vinagre de arroz, un tipo de vinagre elaborado a partir de arroz fermentado. Originario de Asia, particularmente de China y Japón, se utilizó principalmente con fines medicinales, pero hoy es esencial en la cocina.
Se utiliza desde adobos hasta embutidos y guisos, pero para quienes no estén muy familiarizados con estos platos orientales, también se usa en el sushi para darle al arroz su distintivo saber a “arroz de sushi”, uno de los más reconocidos de la cocina japonesa.
Según sus principios, el komezu es un remedio muy eficaz para abordar problemas relacionados con la sangre, las toxinas y la digestión. De hecho, se combina con hierbas y otros ingredientes para tratar una variedad de afecciones.
Cómo agregar a nuestra dieta el vinagre de komezu
A pesar de que el komezu tenga muchos beneficios para la salud, es fundamental consumirlo con moderación, entre dos y tres cucharadas por comida, ya que si consumimos grandes cantidades de vinagre de arroz puede provocar daños en los dientes y una disminución de los niveles de potasio.
El vinagre de arroz se puede emplear de muchas maneras, además de servir como condimento para ensaladas, podemos utilizarlo para encurtir frutas y verduras, como opción en cualquier receta de adobo que requiera un componente ácido o como ingrediente en sopas y caldos.
LA NACION