A las 12 comenzó la sesión en la Cámara de Diputados para debatir la sanción de la Ley de Bases -para el que se espera el apoyo de la mayoría- y el paquete fiscal. Este último punto es el que más tensión genera y se anticipa una votación ajustada. Ya que, a pesar de que se aprobó la mayoría de sus capítulos en el Senado, el rechazo de uno de ellos pone en jaque al Gobierno: el régimen anticipado para el ingreso de Bienes Personales.
Este apartado generó diversas críticas tanto a favor como en contra. Desde el oficialismo afirman que, junto con el blanqueo de capitales, es un modo de incentivar a la inversión; mientras que la oposición señala que, en un contexto de ajuste económico, en caso de aprobarse el capítulo de Bienes Personales, los que más tienen pasarían a pagar menos.
Para poner en contexto, la aprobación de Bienes Personales modificaría el piso mínimo no imponible, que pasaría de $27.377.408,28 a $100 millones y actualizaría el piso de ese tributo relativo a inmuebles destinados a casa habitación de $136.887.041,42 a $350 millones. Además de reducir la alícuota, que se aplica una vez que se supera el mínimo no imponible (la tabla del impuesto con las diferentes escalas), de 1,75% -para bienes en el país- y de 2,25% -para bienes en el exterior- a un máximo de 1,5%, y eliminando la discriminación entre ambos tipos de bienes (en el país y en el exterior).
El proyecto también plantea la posibilidad de hacer un pago anticipado del impuesto (para los bienes que ya estaban declarados), en el que se podría hacer un pago unificado que saldara el impuesto por cinco años (los períodos 2023, 2024, 2025, 2026 y 2027) del 2,25%. En el caso de bienes blanqueados, se proponía otro esquema de pago anticipado que era de cuatro años, en definitiva, era el 2%. Esto fue llamado Régimen especial de ingreso del Impuesto sobre los Bienes Personales y se planteaba como opcional.
Mientras que, el caso del blanqueo de capitales es distinto: se aprobó por unanimidad en el Senado y no corre riesgo en el nuevo debate. De esta manera, los contribuyentes que no tienen sus activos declarados en el país podrán blanquear hasta US$100.000 sin abonar ningún impuesto fijo, y sin ningún tipo de penalización por los bienes que no hayan sido declarados. “Las personas que tienen dinero bajo el colchón van a poder blanquear ese capital y comprar diferentes activos, entre ellos, inmuebles”, afirma Fabián Achával, CEO de la inmobiliaria homónima. Para aquellos montos que superen los US$100.000, el proyecto propone alícuotas progresivas del 5%, 10% y 15%, dependiendo del momento en que los contribuyentes se adhieran al régimen.
De acuerdo a lo señalan desde el Gobierno, si no se logra aprobar la modificación del piso de Bienes Personales el blanqueo de capitales no funcionaría de la manera en que quieren que lo haga.
“Difícilmente sea un blanqueo exitoso o que tenga demasiadas adhesiones si no se aprueba Bienes Personales”, opina el tributarista Sebastián Domínguez, ya que señala: “Si el blanqueo está en manos de contribuyentes al que ya le encontraron activos, o que tenga percepción de riesgo, o que esté por comprar un auto y/o cambiar su casa y necesite los fondos en blanco, probablemente entre al blanqueo igual. Ahora, el resto de los casos que estaban pensando en blanquear, no lo van a hacer”.
La dificultad radica en el sentido que tiene la aprobación del blanqueo de capitales: al declarar su patrimonio -hasta US$100.000 sin pagar ningún impuesto- pasaría a pagar alícuotas de Bienes Personales más bajas -a un máximo de 1,5%-, por lo que sería un atractivo para que más personas vuelvan a la formalidad sus activos. En caso de que Bienes Personales se rechace, los porcentajes quedarían como hasta ahora (alícuotas “altas” de 1,75% -para bienes en el país- y de 2,25% -para bienes en el exterior-, y la no discriminación de bienes en el país y en el exterior) y el blanqueo perdería fuerza.
Sobre estas dificultades aclara Domínguez: “Si no se aprueba la modificación, quien quiera ingresar al régimen anticipado y además tener estabilidad fiscal, no tendrá ninguna de las dos”, y agrega que el contribuyente que ingrese ahora en el blanqueo “corre riesgo de que después le puedan aumentar aún más las alícuotas de Bienes Personales o puedan volver a crear un impuesto a las riquezas y tenga que pagar sobre los bienes que ya posea”.