El presidente del Gobierno Español, Pedro Sánchez, endureció este lunes su posición frente a Israel en el marco del conflicto con el grupo terrorista Hamás. Desde La Moncloa, el jefe del Ejecutivo anunció un paquete de medidas restrictivas y sostuvo que España carece de la capacidad militar para frenar la respuesta israelí.
En una declaración que generó repercusiones, Sánchez expresó: “España no tiene bombas nucleares, portaaviones ni grandes reservas de petróleo, nosotros solos no podemos detener la ofensiva israelí, pero no vamos a dejar de intentarlo, porque hay causas por las que merece la pena luchar, aunque no esté en nuestras únicas manos ganarlas”.
| La Derecha Diario
El conflicto entre Israel y el grupo terrorista de Hamás se reavivó el 7 de octubre de 2023, cuando el grupo islamista lanzó una ofensiva en territorio israelí que dejó más de 1.200 muertos y centenares de secuestrados. La operación militar israelí en Gaza se mantiene desde entonces con fuerte resistencia internacional.
Sánchez informó que España impondrá un embargo de armas a Israel, prohibirá la entrada al país a ciudadanos que “participen” en su ofensiva y aumentará el financiamiento a la UNRWA, agencia de Naciones Unidas señalada por mantener vínculos con integrantes de Hamás.
Las medidas se suman a la línea que varios miembros del Ejecutivo han sostenido desde el inicio de la crisis. En octubre de 2023, la vicepresidenta Yolanda Díaz acusó a Israel de “cometer crímenes de guerra”.
En la misma línea, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, calificó al Estado israelí como “genocida”. Junto al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, se negó a respaldar en el Parlamento Europeo las condenas a los ataques perpetrados por Hamás.
| La Derecha Diario
La posición del Gobierno español ha sido interpretada como un alineamiento con sectores que reconocen a un “Estado palestino” y que mantienen un discurso crítico contra Israel. Al mismo tiempo, el Ejecutivo mantiene vínculos diplomáticos con el régimen dictatorial de Nicolás Maduro en Venezuela, uno de los aliados regionales de Hamás.
Este acercamiento contrasta con la política de otros países europeos que, si bien piden contención a Israel, han condenado de forma explícita los atentados terroristas.
La decisión de Sánchez se da en un escenario en el que Hamás continúa reteniendo a cientos de rehenes y se registran ataques contra civiles israelíes, como el ocurrido en Jerusalén, donde murieron cinco personas.
La estrategia del Gobierno español supone una profundización de su distanciamiento respecto a Israel y una apuesta por reforzar su postura en el plano internacional a favor del Estado terrorista de Palestina.