Pasó de Boca a ser fumigador, la historia del futbolista con problemas económicos

Los clubes grandes del fútbol argentino son conocidos por su alta exigencia y, en más de una ocasión, no están dispuestos a esperar el crecimiento y desarrollo completo de un jugador. Este contexto vivió Marco Bahamonde, un futbolista chileno que llegó como una de las grandes promesas de Boca Juniors, pero que la falta de oportunidades atentó contra su carrera.

Tras brillar en un Superclásico de verano frente a River, donde lució la camiseta número 10, el exmediocampista tomó una decisión inesperada: retirarse del fútbol a los 24 años para comenzar una nueva etapa en el mundo de la fumigación. Sin embargo, antes de esta drástica elección, pasó por diferentes equipos de Sudamérica.

Marco Bahamonde y su paso por el fútbol

Bahamonde llegó a Boca en 1998, con apenas 17 años, tras una fugaz irrupción en Provincial Osorno de Chile. Aunque su llegada despertó grandes expectativas, no logró debutar oficialmente con el primer equipo, a pesar de haber estado hasta 2001 en la institución.

Buscando continuidad, se sumó a El Porvenir, club vinculado a Boca en aquel momento, pero tampoco logró afianzarse. En búsqueda de nuevas oportunidades, volvió a Chile, donde jugó en Universidad Católica y después regresó a su equipo original, Provincial Osorno.

Su último paso en el fútbol fue en Deportes Temuco, pero una lesión grave cortó sus esperanzas. A los 24 años, sin haber alcanzado el nivel que soñaba y demostraba de joven, optó por retirarse de manera oficial para arrancar una nueva vida lejos del verde césped.

Su vida después del retiro

Tras dejar el fútbol, el chileno tuvo que buscar nuevos caminos fuera de la cancha. Comenzó trabajando como vendedor de calzado en Falabella, pero luego se volcó de lleno al área de fumigación de edificios. En la actualidad, maneja su propio emprendimiento en ese rubro, permitiéndole llevar una vida tranquila y alejada de las presiones.