La detención de Franklin José Jimenez-Bracho, presunto integrante de la organización criminal Tren de Aragua, marcó un precedente en Estados Unidos. El arresto del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Florida fue el primero en realizarse bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, una normativa promulgada en 1798 y reactivada recientemente por Donald Trump.
Jimenez-Bracho era buscado por tráfico de personas y contrabando. Fue arrestado en Florida durante una operación conjunta entre el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), la Policía de Carreteras de Florida y el Departamento de Aplicación de la Ley de Florida (FDLE, por sus siglas en inglés).
Las autoridades indicaron que su captura es solo el inicio de un operativo mayor contra el Tren de Aragua en EE.UU. El gobernador Ron DeSantis confirmó la detención de Jimenez-Bracho en su estado. “Una vez más, Florida lidera el camino”, publicó en su cuenta de X (antes Twitter).
El director interino del ICE, Todd Lyons, calificó al Tren de Aragua: “Es una organización terrorista extranjera peligrosa que ha invadido nuestro suelo”. En conferencia de prensa, detalló que la banda delictiva ingresó a EE.UU. por la frontera norte, la frontera sur y vías acuáticas.
“Los antecedentes penales e historial criminal de algunos terroristas de Tren de Aragua son extremadamente extensos. Muchos de estos miembros son asesinos a sangre fría, violadores, ladrones, narcotraficantes, traficantes de armas y traficantes de personas. Se les acusa de los crímenes más atroces”, agregó.
Según declaraciones recogidas por Fox News, Lyons señaló que el objetivo es “erradicar al Tren de Aragua del territorio estadounidense”. Y brindó números:
El 15 de marzo de 2025, el presidente republicano invocó la Ley de Enemigos Extranjeros para combatir el crimen transnacional y agilizar las deportaciones de inmigrantes ilegales. La norma, creada en 1798, otorga al mandatario en ejercicio la potestad de expulsar o detener a no ciudadanos considerados una amenaza.
Según Associated Press, esta ley fue aplicada en contadas ocasiones:
Ahora, el gobierno estadounidense planea utilizarla para enfrentar a organizaciones criminales extranjeras en territorio de Estados Unidos.
El Brennan Center for Justice, un instituto de derecho y políticas públicas no partidista, cuestionó la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros en tiempos de paz. “El presidente intenta eludir el debido proceso. Quiere evitar presentar pruebas o convencer a un juez de que alguien es realmente miembro de una pandilla antes de deportarlo”, afirmó Katherine Yon Ebright, abogada de la organización.
Según Ebright, las normativas de migración ya otorgan al mandatario herramientas suficientes para expulsar a individuos peligrosos. “No hay necesidad de abusar de una autoridad de tiempos de guerra cuando las leyes migratorias y penales ofrecen herramientas tan poderosas”, señaló la abogada.
El Brennan Center anticipó que habrá impugnaciones legales contra su implementación. “La única razón para invocar este poder es permitir detenciones y deportaciones masivas de venezolanos basadas en su origen, no en actividades delictivas demostrables en procedimientos migratorios. Los tribunales deben detener esto”, concluyó Yon Ebright.