Muchas veces en una entrevista hay saltos en el tiempo y desafíos a la racionalidad. Disparates y contrapuntos divertidos que dejan en evidencia las almas de los personajes. Paula Chaves (40) y Pedro Alfonso (45) están entusiasmados de traer la obra que tanto éxito tuvo en Carlos Paz a la calle Corrientes.
Se presentan desde el viernes 21 de marzo con Un viaje en el tiempo en el teatro Astral y destacan que es una comedia para toda la familia, escrita por Pedro y Mechi Bove, y dirigida por Diego Ramos. Además de Paula y Peter, el elenco está integrado por Viviana Saccone, Noelia Marzol, Pachu Peña y Sebastián Almada.
Dice Paula: “A esta obra se puede venir con toda la familia. Los chistes que son más para adultos, los niños no los captan. Pero tienen también muchos guiños para los chicos que terminan siendo divertidos para los grandes. La historia te permite empezar en 2025 y viajar en el tiempo hasta 1986, con todo lo que eso implica: el vestuario y la música de los ochenta”.
La modelo, conductora y actriz es muy elogiada por su caracterización de una anciana de 87 años. “Cuando hago de viejita recibo una ovación (Risas). Trabajé tanto tiempo en el modelaje que en las obras de teatro trato de cambiarme lo menos posible. Pero en esta tengo muchísimos cambios: voy y vengo en patines (cuando viaja a los ochenta), o con el bastón… Es un hermoso desafío”, explica quien además debutó en el streaming (Tapados de laburo, por OLGA, lunes a viernes de 14 a 16), junto a Nacho Elizalde, Luli González, Evelyn Botto y Mortedor.
Chaves afirma: “Para mí el streaming es mundo nuevo: trabajando con niños de 20 años, que cuando yo empecé a laburar ni siquiera habían nacido. Está buena la dinámica que se da al aire, tuvimos invitados espectaculares y el programa tiene una gran repercusión”.
Sus peleas: de la vida real al escenario
Para Paula Chaves y Peter Alfonso es una costumbre compartir trabajos. Aclaran que en el teatro es una condición esencial que sus camarines estén bien separados.
Pedro Alfonso confiesa: “Voy a contar algunos secretos: primero, hay veces que nos hablamos por primera vez en el día en escena, Interpretando los personajes. Pero admito que este año no nos peleamos mucho, porque yo tenía que llegar a que empiece la función y que estemos bien. ¿Te preguntarás porqué? Porque el personaje de Pau me tiene que dar un cachetazo. Entonces hay que evitar que ese golpe contenga cosas del día.
-¿A qué te referís? ¿Varía la intensidad del cachetazo de acuerdo al estado de ánimo?
Pedro: Totalmente, se siente la diferencia.
Paula: Él es un actor que quiere que le peguen de verdad. Piensa que la cachetada ficticia queda rara. Entonces…
Pedro: Hubo una vez, quiero que lo admitas en esta entrevista, que me pegaste más fuerte de lo habitual.
Paula: No soy de arrastrar cosas que sucedieron en casa. Pero, bueno.
-¿El público lo percibe?
Paula: Sí, porque Peter se queda tirado en el piso como tres minutos diciendo que le zumba el oído (Risas). A mí no me gusta que me corrijan. Y él infla las fosas nasales cuando algo me sale mal. Yo sé que de esa manera me está corrigiendo en escena.
Pedro: Y en el beso también me doy cuenta si está enojada, por su boquita de pescadito. En cambio, hay otras veces que está más apasionada.
Paula: Depende del eclipse lunar (Risas).
Delirantes viajes en el tiempo
Con el disparador que ofrece la comedia teatral que estrenan en la calle Corrientes, se le propone a la pareja viajar en el tiempo.
Paula: Yo volvería a cuando tenía 22 años e íbamos con mis amigas a una disco en Lobos que se llama La Porteña. Bailábamos arriba del parlante, sin preocupaciones, porque hoy a lo mejor salgo, pero estoy pensando que tengo un marido en casa con tres niños.
Pedro: ¡Un marido no es una preocupación! Yo volvería a mi época de la secundaria, a los 14, para cambiar algunas cosas y no repetir tanto.
Paula: Pero mejor volvé a un momento en el que la hayas pasado bien.
Pedro: Bueno, yo vuelvo para arreglar cosas, vos solo querés salir de joda.
Paula: Rarísimo que vuelvas ahí mi amor…
Pedro: También me iría a probar a algún equipo de fútbol.Tuve unos entrenamientos en San Lorenzo, pero me quedaba lejos.
Paula: Yo no volvería a ningún lado para arreglar cosas porque sé que hice todo bien…
(En la entrevista se produce un silencio incómodo y bastante largo. Hay tensión. Para romper el hielo se formula una nueva pregunta).
-Y juntos, ¿viajarían en el tiempo?
Pedro: Nosotros tenemos pendientes viajar solos.
Paula: La luna de miel tenemos pendiente, mi amor… Básicamente nunca nos fuimos de luna de miel.
Pedro: (Indiferente al reproche de su mujer). A mí me encantaría viajar hasta 1920 y caminar por mi barrio, José Mármol.
Paula: Yo iría a 1925, cuando nació mi abuelo. Él me contaba muchas historias de su infancia cuando veraneaba en Mar del Plata. Me gustaría espiarlo… Mi abuela pedía que tiraran sus cenizas en París, y mi abuelo en una calle de Nueva York, donde había estado mucho de joda.
La finalista del concurso Bailando por un Sueño 2010 aclara que Peter fue más jodón en su adolescencia, por eso no quiere volver a esa época. Confiesa: “Yo no jodí tanto, ¿entendés? Todo el mundo cree que yo no vengo de un barrio y él sí, pero yo también vengo de… (Carcajadas).”
A Pedro Alfonso se le abren las fosas nasales (lo que según explicó su mujer es un lenguaje corporal que denota enojo).
Paula dice: “Todos creen que soy la chica de zona norte, pero viví en mil lados. Con mi familia nos mudábamos cada once meses porque se nos vencía el contrato de alquiler. Terminé viviendo en Lobos, y ahí empecé a trabajar de modelo. Yo también tengo mucho recorrido, menos joda, pero mucha calle”.
Sus hijos, sus tesoros
Paula y Peter celebran la etapa que transitan como padres de Olivia (11), Baltazar (8) y Filipa (4). “Cuando la situación se desborda un poco, a veces nos miramos y decimos: ‘Claro, son un montón, ¡es mucho tres hijos!”, confiesa Paula.
Pedro agrega: “Siempre es un desafío porque son diferentes edades y temperamentos. Olivia está entrando en la adolescencia, y los hermanos también tienen sus cosas, entonces hay que adaptarse. Nos gusta ser familia e ir juntos a todos lados, pero cada uno también necesita su momento y su espacio.”
Paula afirma: “Cuando la vemos a Olivia que viene caminando, que ya está con otro porte, y le observo la cara a Peter, es cómo que se pregunta: ‘¿En qué momento se transformó su niña y dejó de ser la nenita chiquita que teníamos a upa?’. Pero los tres, cada uno en su edad, son divinos”.
Los dos coinciden: “Es una etapa con muchos desafíos como padres, pero tenemos la suerte de poder estar muy presentes. Todos los días los llevamos al colegio y los vamos a buscar. Y estamos en casa cuando meriendan. Creo que eso nos convierte en afortunados”.
Terapia y la posibilidad de “abrir” la pareja
La idea de hacer terapia de pareja fue de Paula. La de tener una “relación abierta” fue un acting para una publicidad. La modelo aclara: “En la vida real no la abriríamos. Hoy por hoy, no. El día de mañana no sé”. Pedro reacciona: “¡Nunca!”.
-¿Otra cosa en la que no se ponen de acuerdo?
Paula: Él cree que todo es terminante y no es así. Cuando entramos a terapia de pareja me dijo que ese era el principio del fin. La primera sesión llorábamos de la angustia, después llorábamos de la risa. Fue una experiencia espectacular. Y eso que tenía que empujarlo para que entrara al consultorio de la psicóloga.
Pedro: Creo que entre ellas habían arreglado todo. Le daba siempre la razón a Paula. A mi me contradecía.
Paula: ¿Pero no podés abrir un poco tu mente?. Tal vez tenía razón. Ambos hemos modificado cosas que nos han servido mucho.
Pedro: Yo tuve que modificar más cosas que vos. Cuatro veces fuimos a terapia, tampoco tantas.
Paula: No nos dio el alta; dejamos de ir porque nos tuvimos que ir a hacer temporada en Carlos Paz. Y ahora tenemos que retomar.
Pedro: Yo pensé que teníamos el alta.
Paula: La psicóloga notó que estábamos medio turbulentos. Pero hemos aprendido a pelear, ¿no?
(Nuevo silencio incómodo y bastante extenso).
Los ciclos lunares del amor
Paula dice que se siente muy cómoda haciendo comedia, y que le gustaría hacer alguna serie en la que se naturalicen las cosas que pasan en una pareja.
Dice: “Hay que desdramatizar y dejar de romantizar lo que es un vínculo que muchos creen que es perfecto. Muchos nos pueden ver de afuera como una pareja bárbara, pero como a todo el mundo nos pasan cosas. Es un laburo (10 años de casados y 14, juntos). Hay que hablar mucho, mantener acuerdos, admirarse, divertirse y reírse”.
Pedro Alfonso agrega: “No somos un ejemplo de pareja, de hecho siempre contamos nuestras peleas. No hay fórmulas, es una construcción de todos los días. Ella tiene sus etapas. Y yo me acomodo a sus ciclos lunares (Bromea y le da un beso)”.
El viaje en el tiempo de esta entrevista está concluyendo, y lo que parecen delirios constituyen un verdadero semblante de cómo son Paula y Peter. Una pareja enamorada que es feliz entreteniendo y haciendo reír al público en el teatro.
“Qué la gente venga a vernos al teatro porque si no… ¡Nos separamos!”, bromean.