Bután, el pequeño reino asiático inmerso en las montañas del Himalaya, mantuvo durante décadas una economía con poca apertura al mercado global y centrada en la sustentabilidad. Sin embargo, en los últimos años decidió apostar por las criptomonedas -especialmente, bitcoin-, al punto de convertirse en uno de los principales países con mayor tenencia de activos virtuales en el mundo.
Con una población de 800.000 habitantes, Bután acumuló más de 12.200 bitcoin, valorados en más de 1200 millones de dólares, lo que representa el 34% del PBI nacional. De esta manera, superó a El Salvador, el primer país en adoptar bitcoin como moneda de curso legal y cuyas reservas alcanzan 5944 bitcoin.
A su vez, los números posicionan a Bután como el quinto país con mayor posesión de bitcoin a nivel mundial, según datos de Bitcoin Treasures. En el primer puesto se encuentra Estados Unidos, seguido de China, Reino Unido y Ucrania.
Desde entonces, esta tendencia a acumular y minar bitcoin ha ido en aumento. En enero, por ejemplo, la Región Administrativa Especial de Gelephu -una ciudad de este país con foco en la sustentabilidad e innovación- anunció la incorporación de criptomonedas como bitcoin y ethereum a su tesorería.
“Ubicado en el puente terrestre que conecta las economías de rápido crecimiento del sur de Asia, GMC (por sus siglas en inglés) está en una posición única para servir a más de 2000 millones de personas en la región, y uno de sus principales enfoques económicos es promover y apoyar el uso de la tecnología blockchain”, expresaron las autoridades de la ciudad a través de un comunicado oficial. En concreto, la medida busca fortalecer la economía de la ciudad y aprovechar su participación en la minería de bitcoin.
Pero, ¿cuál es el secreto del éxito de Bután? Una estrategia basada en la sustentabilidad y, precisamente, la energía hidroeléctrica.
Bután se caracteriza por contar con una importante energía hidroeléctrica. Específicamente, su potencial hidroeléctrico es de 23.760 megavatios, una cantidad suficiente para abastecer dos veces a Nueva York. Ese fue el disparador para que, en 2021, el país decida destinar este recurso a la minería de bitcoin.
Hoy, los resultados son sorprendentes: las operaciones mineras oscilan los 55 y 75 BTC semanales, con ingresos de 3,6 a 4,9 millones de dólares. Además, en tres años y medio se extrajeron un total de 27.727 BTC. La asociación con reconocidos pools de minería, como AntPool, Braiins y Foundry, fue clave no solo para lograr tales cifras, sino también para minar de una forma sustentable y libre de carbono.
Con las ganancias generadas con la minería de bitcoin, el gobierno de Bután aumentó hasta un 50% el salario de funcionarios públicos, fortaleció sus reservas de divisas y creó nuevos y mayores empleos vinculados a la tecnología. A su vez, logró consolidarse como un modelo en minería sostenible.
Otro aspecto que benefició a Bután fue su discreción frente a los medios de comunicación. El no involucrarse con campañas publicitarias o no difundir sus medidas al respecto permitió minimizar los riesgos vinculados a los activos digitales y la opinión pública.
De hecho, la minería de bitcoin es una industria con fuertes críticas por su importante consumo de energía eléctrica. Rusia, por ejemplo, prohibió la minería de criptomonedas en varias regiones de Siberia para evitar cortes de energía durante el invierno.
Por el contrario, Bután demostró que la minería de bitcoin no solo puede ser amigable con el medio ambiente, sino también generar un impacto positivo en la economía nacional. En este sentido, ya hay en marcha nuevos proyectos que prometen impulsar una mayor innovación en el país y potenciar a la capacidad minera a 600 megavatios en 2025.
Uno de ellos es una mina de bitcoin de 100 megavatios, en la ciudad sureña de Gedu. Se trata de un proyecto en conjunto con la empresa de tecnología Bitdeer que ya se encuentra en estado operativo, según informa Forbes. Por otro lado, se estima que a mediados de este año comenzará a funcionar el Parque Industrial de Jigmeling, de 500 megavatios.
LA NACION
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