En medio de la presentación del presupuesto de 2025, el Gobierno envió en las últimas horas una señal al mercado que reavivó las expectativas sobre la salida del cepo. Ocurrió este domingo por la noche cuando el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, deslizó que «la expectativa no es pasar con cepo todo el año«, dando a entender que las restricciones serán levantadas durante el 2025.
«Esperemos no pasar todo el año con cepo…No tenemos explicitado un conjunto estático de condiciones. No hay una fecha puntual, sino que se vayan dando una serie de condiciones y certezas de no volver para atrás», dijo en una entrevista en LN+ el funcionario, que es uno de los autores del proyecto enviado por el Ejecutivo al Congreso.
Si bien el presupuesto no contiene pautas sobre el abandono de los controles, prevé una suba del dólar oficial y la inflación del 18,3%. Ese cálculo, según Equilibra, supone la rápida convergencia de la inflación al 2% mensual (el ritmo actual del dólar) y al 1% a mediados de 2025. Así, el dólar sería de $ 1.207 a fin de ese año. “(La tasa de devaluación) es menor a 2% mensual”, dijo Guberman.
Justamente, la convergencia entre la inflación y el dólar oficial es una de las condiciones fijadas por el Presidente para liberar el cepo. La otra es la confluencia entre los dólares paralelos y el tipo de cambio oficial. Sin embargo, los analistas creen que el Gobierno podría verse presionado a acelerar los tiempos por la falta de dólares para seguir fijando el dólar y seguir bajando los paralelos.
En efecto, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) prevé que el dólar oficial promedie $ US$ 1.515 en diciembre de 2025 (+48% interanual) y que el IPC suba 38%, lo que equivale a una tasa promedio mensual de 3,3% y 2,7%, respectivamente.
«Nuestro escenario base supone incluso mayor nominalidad, pues el gobierno aplicaría una corrección cambiaria para no arriesgarse a quedarse sin dólares antes de las legislativas«, estimó Equilibra.
Una de las causas de la «sequía» de divisas es que el gobierno empezó a flexibilizar en agosto el pago de importaciones de bienes y en septiembre redujo el Impuesto PAIS. La oferta de dólares del agro, a su vez, empieza a ingresar en su período de baja estacionalidad hasta diciembre. Todo lo cual le suma más dificultades al Banco Central para comprar reservas.
«Evidentemente piensan en una unificación que va a converger el libre al oficial, pero me parece que deberían levantar el cepo durante este trimestre, antes de fin de año o a más tardar el trimestre primero del año próximo por la necesidad de dólares el año que viene», señaló Fernando Baer, analista de Quántum Finanzas.
Según Quántum, los vencimientos de deuda suman US$ 22.500 millones en 2025, más de la mitad por amortización de capital.
«Esa es la clave de todo esto, van a requerir capacidad de renovar y a tasa muchas más bajas, la condición para tasas más bajas es que las restricciones se eliminen, no al 100%, pero que la cuenta capital se mueva libremente», agregó Baer.
Para Santiago Bulat, socio de Invecq, «el presupuesto te da una estimación de que el crawling baja al 1,4% o mismo que levantan el cepo con la cancha sin pesos y algo de entrada de deuda en dólares (estiman financiamiento podria ser en bonos extranjeros hasta por el 18% del total)».
La premisa detrás del plan oficial es que si la inflación es más baja y los precios relativos están más acomodados, el traslado a precios de un salto del tipo de cambio para unificar debería ser menor. Para reducir riesgos, el Gobierno también espera que ingresen dólares del nuevo régimen de inversiones (RIGI) y del blanqueo.
«No proyectan salida del cepo, aunque tampoco me esperaba que lo avisen en el presupuesto. Hay probabilidades de que intenten una salida del cepo para fin de 2024 o primeros meses de 2025. Más allá del primer trimestre de 2025 me parece difícil porque ya vamos a estar cerca de las elecciones», dijo Pedró Martínez Gerber, economista de PxQ.
El Gobierno enfrenta además la presión de Wall Street. Tal como informó Clarín, el JPMorgan estimó que espera la eliminación gradual de controles en el cuarto trimestre de 2024. El otro factor condicionante es el Fondo Monetario, que para desembolsar fondos frescos pediría la unificación cambiaria, la quita de restricciones y alguna flotación del dólar.