En lo que va del 2024, la caída de la actividad ha sido mayor a la esperada y la recuperación se demora en concretarse. De cara al segundo semestre la economía profundiza su cara dual entre los sectores que ya están en positivo y aquellos que siguen mostrando tropiezos.
La consultora Abeceb muestra esta dualidad. «El crecimiento de un 44,7% en la molienda de soja contrasta con el derrumbe del 51,3% de la producción de electrónica de consumo. Los sectores exportadores traccionan la economía, mientras que la industria orientada al mercado interno terminará un 2024 para el olvido».
Según Abeceb entre los sectores que están creciendo se destacan la producción agrícola (7,6%), agroquímicos (8,5%), petróleo (8,0%), gas (5,6%), la venta de fertilizantes (5,9%) y las exportaciones de servicios basados en conocimiento (12,5%).
En cambio, el semáforo cambia al rojo para la fabricación de electrónica de consumo (-51,3%), la de aparatos de uso doméstico (-31,7%), la automotriz (-24,1%), construcción (-19,8%), siderurgia (-19,6%), venta de maquinaria agrícola (11,7%) y la producción industrial (-11,4%).
«La buena noticia es que todos, con distintos niveles, comienzan su recuperación en 2025. Si bien muchos sectores no logran saldar lo perdido, el escenario se vuelve positivo y el semáforo se pone en verde», anticipa Abeceb.
Las buenas perspectivas hacia 2025 se basan en un PBI que de caer 3,3% este año pasa a mejorar el 4,6% y un consumo que se recupera: pasa de una pérdida del 4,9% promedio este año a una mejora del 4,5% el año que viene.
Al mirar hacia adelante, el economista Andrés Borenstein, de la consultor Econviews, señala: «Somos relativamente optimistas, sin recuperación en V ni nada extraordinario, pero sí dando pequeños pasos en la dirección correcta. El crédito ayuda y en la medida en que el salario real le siga ganando a la inflación se va a ir recuperando el consumo«.
«Esperamos un muy buen años para 2025. Si se levanta el cepo entre este diciembre y el primer trimestre la economía puede crecer 5%, porque van a empezar a aparecer las inversiones, proyectos que están hace tiempo pero tienen que concretarse», señala Borenstein.
Energía
El sector energético funcionó como contrapeso de la actividad económica en el primer semestre y continuará ese rumbo en el final del 2024. La balanza comercial energética arrojó hasta julio un superávit de US$ 2.934 millones y se espera que el resultado positivo se amplíe hasta cerca de US$ 5.000 millones en diciembre. La producción de petróleo ya es la más alta de los últimos 20 años y está al borde de pasar los 700.000 barriles por día, mientras que el desarrollo de la infraestructura de gasoductos le da un empujón también a los récords en gas.
Tras repetidos y fuertes aumentos de tarifas de la luz, el gas y los precios de los combustibles, se puede decir que una parte importante del ajuste está hecho. Sin embargo, con la inflación en baja, faltan los pasos finales, largos hasta el objetivo de que los precios terminen de reflejar los costos.
Hasta agosto, según el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet, las facturas de luz solamente reflejaron el 39% promedio del costo de la generación eléctrica a nivel nacional, mientras que en el gas el porcentaje es aún menor: 30%.
Mercado inmobiliario
A pesar de los desafíos que se presentan en la economía, el sector inmobiliario está viviendo un microclima de crecimiento y se espera que, en los próximos meses, empiecen a traccionar mucho más los créditos hipotecarios y el blanqueo de capitales. “Aunque con menor presión sobre los precios que en 2017 y 2018, a raíz del mayor nivel de oferta de inmuebles que hay en el mercado”, según analizó Fabián Achaval Propiedades en su último reporte.
Diego Frangella, presidente del Colegio Inmobiliario, explica que, “en la segunda parte del año, el sector inmobiliario presenta tendencias favorables como la mejora del mercado de alquileres, el repunte en la venta de propiedades debido a la aparición nuevamente de los créditos y también la gran expectativa de la respuesta al blanqueo”.
En tanto, Barón, constructora e inmobiliaria desde hace 25 años en la zona Sur, (Las Lomitas), también tiene «una perspectiva muy positiva para el sector de la construcción e inversión inmobiliaria debido a la gran ventaja de inversión que brindan tanto la Ley de Blanqueo como los Créditos Hipotecarios”, señaló una fuente de esa compañía.
Automotrices
Las automotrices están atravesando un segundo semestre con incremento tanto en la producción de vehículos como en la exportación. También se están recuperando las ventas en el mercado interno, luego del derrumbe de más de 30% registrado en los primeros tres meses del año.
Las fábricas automotrices locales produjeron en agosto 18,6% menos vehículos que un año atrás y en lo que va del año acumulan una producción de 312.822 vehículos, que representa una caída de 23,4% contra el acumulado en igual período de 2023.
El dato que están destacando en las automotrices es que van dos meses consecutivos de subas contra el mes anterior. Y que se está exportando más que en los primeros meses del año. “En la Argentina hubo una caída de producción a causa del mercado interno, pero también porque en Brasil cayeron las importaciones de autos argentinos por causa de las inundaciones en la región sur, en los primeros meses del año”, dijo Emanuel Cappellano, un ejecutivo italiano que maneja desde Belo Horizonte el área de América del Sur de la automotriz Stellantis. “Ahora Brasil le está importando más vehículos a la Argentina y eso se nota en las cifras de producción”, agregó.
En el mercado interno también la caída se atenuó. Según la Asociación de Concesionarias de Automotores (ACARA), en agosto la venta fue 4,8% por arriba de igual mes del año anterior, con lo cual se recortó la pérdida de las ventas en lo que va del año, que es de -16,1% en ocho meses (267.954 patentamientos de vehículos cero kilómetro).
Sebastián Beato, titular de ACARA, destacó que la brecha cambiaria, sobre todo en julio y parte de agosto, llevó a las concesionarias compradores con dólares en la mano. Pero que, a diferencia de años recientes, ahora hay más oferta disponible, con financiación a tasas de interés más bajas.
“Claramente las ventas del segundo semestre vienen para arriba, con proyeccciones que podrían superar las ventas de la segunda parte de 2023”, dijo Martín Zuppi,titular de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA).