Esta semana, el ministro de Economia Luis Caputo se reunió con los principales referentes del supermercadismo para transmitirles, entre otros temas, la expectativa oficial de que la reducción del Impuesto PAIS se reflejara finalmente en una baja de los precios en las góndolas. Pero los super ahora tienen otro motivo para quejarse. Porque, por un lado se les pide este “esfuerzo” para contribuir con la baja de la inflación y por otro lado sienten que también pierden con el aumento “exhorbitante”, según definen, de las tasas municipales dispuestas en algunos distritos de la provincia de Buenos Aires y el Conurbano, todos conducidos por intendentes K.
El tema genera más sensibilidad porque esas tasas son pagadas sobre la facturación de los megalocaleses y los aumentos se dan en las zonas donde las cadenas concentran el mayor volumen de ventas de sus mercaderias.
El caso más emblemático que encendió la mecha es la tasa de seguridad e higiene que pagan los hiper en el municipio de Lanus, donde pasó del 2,36% de la facturación al 6%. El intendente de Lanus es Julian Alvarez, es viceministro de Justicia de la Nación entre 2010 y 2015, durante la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
El tema motivó un comunicado de la Asociación de Supermercados (ASU) que nuclea a las principales cadenas.
En el texto, la entidad señaló: “La Asociación de Supermercados Unidos contempla con preocupación y alarma el incremento que a nivel de tributos provinciales y municipales se está dando en los últimos meses. Tenemos un ejemplo palmario de ello en Lanús, Provincia de Buenos Aires, donde la Tasa de Seguridad e Higiene ha pasado injustificadamente a tributar con una alícuota del 6% de la facturación (superior a la alícuota de Ingresos Brutos).», señaló.
«No es un hecho aislado, por cierto. Medidas como la que ejemplificamos inciden directamente en los precios y licúan los esfuerzos fiscales del Gobierno Nacional en cuanto a la baja de impuestos y aranceles, resultando con ello perjuicio para todos los ciudadanos y la economía diaria de todos los argentinos», señaló el comunicado firmado por Juan Vasco Martinez, director ejecutivo de ASU.
La entidad les transmitió a los funcionarios la preocupación por este tema y ellos quedaron en estudiar una posible solución. Sucede que hay una brecha importante entre lo que cobran los distintos municipios.
Por ejemplo, entre los que más alta tasa cobran sobre la facturación de las cadenas, figuran Quilmes, que percibe el 3,74%, Hurlingham el 3,50% y Moreno que retiene el 2,60%. En cambio, otros distritos como Florencio Varela, percibe el 0,90%, Tres de Febrero el 0,88% y Berazategui, el 0,54%.
Mientras tanto, la polémica se instaló también en las redes sociales. “No se puede creer la voracidad fiscal en algunos municipios. En @Municipalidad3F la tasa de seguridad e higiene para super e hipermercados es 0,8!”, escribió en la red social X, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.
Según Vasco Martinez, la situación es más que preocupante, en especial en un contexto de caída estrepitosa de las ventas, comentó.
La secuencia de los últimos meses relevada por la consultora Scentia, que se especializa en consumo masivo, ya había encendido las alarmas: en junio, las ventas en supermercados y autoservicios de barrio cayeron 12,4% interanual; en julio, la baja se aceleró al 16,1%. Y en las grandes cadenas, el retroceso interanual del mes pasado fue 16,6%.