La automotriz Volkswagen desvinculó a 300 personas de su fábrica de General Pacheco en los últimos cuatro meses, según denunció un grupo de ex trabajadores de esta planta, una de las dos que la automotriz alemana tiene en el país.
Desde la empresa confirmaron tanto las desvinculaciones como la cifra, con lo cual la dotación de 5.000 empleados que Volkswagen Argentina tenía a comienzos de 2024 quedó reducida a 4.700.
El motivo de este achicamiento, según la empresa, fue «adecuar la estructura de nuestras plantas a la nueva situación del mercado local y exportación, para garantizar la sostenibilidad de la compañía y las personas que trabajan en ella».
El gremio donde están encuadrados los trabajadores de Volkswagen es Smata. Pero los despidos no fueron denunciados desde el sindicato que encabeza el peronista Ricardo Pignanelli, sino desde una agrupación denominada «Trabajadores Despedidos de Volkswagen en Lucha por la Reincorporación».
«Lo que había comenzado con un «proceso de reorganizar» la producción a costa de que sus empleados acepten los retiros -in-«voluntarios» terminó en despidos encubiertos para quienes decidieron mantener su fuente de trabajo en relación de dependencia», señaló la agrupación.
Desde la empresa, si bien admitieron las desvinculaciones, desmintieron que hayan sido mediante despidos.
«La compañía mantiene un diálogo fluido con los representantes de los trabajadores para desarrollar e implementar en conjunto las herramientas necesarias que permitan sobrellevar la situación que atraviesa la industria siempre cuidando el bienestar de los trabajadores», dijo un comunicado de Volkswagen. Agregó: «VWA Argentina asegura la continuidad del funcionamiento de sus plantas y renueva una vez más el compromiso que tiene desde hace 44 años con el país».
Desde comienzos de año las automotrices tuvieron paradas de planta que se extendieron durante meses enteros en algunos casos, en un contexto de fuertes caídas de ventas en el mercado interno (-19% en los primeros siete meses del año) y sobre todo una drástica caída de la producción de las fábricas, con una caída de 24% en los primeros siete meses del año.
En el caso de Volkswagen, la planta de Pacheco tuvo la peor parte, con la planta parada durante todo enero y febrero, a causa tanto de la caída de la demanda como de la falta de partes que arrastraba desde el año anterior. A ese cuadro se sumó la salida de producción de la pick up Amarok, para dar lugar a la nueva versión que fue lanzada este mes.
La planta de Córdoba, en cambio, no tuvo reducción de personal. Allí se producen cajas de cambios y en los últimos meses hubo además dos nuevas inversiones, para una nueva planta de ensamblado de camiones y una línea de montaje de motos de la marca Ducati.
Otras automotrices que tuvieron reducción de personal este año son Toyota (abrió un retiro voluntario para 400 de los 8.000 empleados de su fábrica de Zárate) y Renault, que no renovó los contratos de 270 trabajadores eventuales en su planta de Córdoba.