El Gobierno intentó seducir ayer a los ejecutivos de grandes empresas con el ofrecimiento de una suerte de seguro anticepo que les permitiría sortear eventuales restricciones cambiarias y los blindaría ante un posible cambio de signo en la gestión en 2028. Fue durante un evento organizado por la canciller Diana Mondino para explicarles los beneficios extraordinarios del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI).
El que expuso fue el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
«El RIGI es una ventanita hacia donde vamos, hoy estas condiciones, muy beneficiosas, tienen el objetivo de mostrar ese futuro. ¿Podemos dárselas a todos hoy? No, porque tenemos la prioridad de mantener el superávit fiscal». A continuación, el funcionario se hizo una pregunta en voz alta que es la que muchas empresas que analizan invertir en Argentina se hacen respecto a qué sucedería si el gobierno actual es sucedido por uno de tinte opositor: «¿Si ustedes se van o los otros vuelven pensarán? El régimen soluciona esta situación», explicó Quirno.
En medio de las dudas que persisten sobre la estabilidad de la economía y el dólar a futuro, la mano derecha de Luis Caputo aseguró que el régimen otorga un «derecho adquirido», diferente a los esquemas previos, con beneficios adicionales como el acceso a divisas, con «derecho» para repatriar utilidades y pagar deuda, la quita de derechos de importación a inversiones de capital y derechos de exportación al producto de esa inversión.
«Estamos dispuestos a darlos hoy [N.E:. el seguro anticepo], el acceso a divisas genera algo muy interesante -porque nos vamos a ir, eso está claro, al equipo económico le está tocando su segunda vuelta, pero sabemos que esto termina y eso que puede ser una preocupación- prevé que los que nos sucedan no puedan utilizar restricciones de capitales o cepos en contra de la economía total porque tiene mucha menos eficacia», advirtió el funcionario.
Quirno expuso esos lineamientos en el Palacio San Martín, del que participaron en persona y por zoom unos 200 diplomáticos argentinos y ejecutivos de compañías internacionales con proyectos de inversión en Argentina como Rio Tinto, Equinor, Cadena Hilton, POSCO International Corporation, DOW, Petronas, Chevron, Techint Ingeniería y Construcción, Lake Resources, Glencore, Plus Petrol y Edenor, entre otras.
La apertura corrió a cargo de Mondino, quien garantizó el acceso al crédito para los proveedores y destacó el impacto de la planta de GNL que construirá YPF y Petronas en Río Negro, tras el conflicto con Axel Kicillof. «No es necesario que alguien tenga la planta de gas licuado de Malasia, también hay alguien que hace sandwiches para los operarios, maestras de inglés para los que leen manuales de instrucción, es un efecto dinamizador», aseguró.
El Gobierno busca reglamentar esta semana el régimen aprobado con la Ley Bases. El mismo permite la rebaja de impuestos con una estabilidad de 30 años para inversiones superiores a US$ 200 millones, la posibilidad de elegir tribunales internacionales ante litigios con el Estado y el acceso libre a dólares por exportaciones (el 20% en el segundo año desde el inicio de la inversión, el 40% en el tercero y el 100%, el cuarto).
La otra garantía, que destacó en las últimas horas el Ejecutivo, es el condicionamiento para las futuras gestiones, en caso de que quisieran desandar la apertura del cepo. «Si yo tengo un stock de capital que se puede ir de cualquier manera, no tengo el uso de esa herramienta eficaz, entonces van a tener que encontrar otras herramientas y eso lleva a que tengas que seguir comportándote ordenadamente en un contexto fiscal», explicó Quirno.
El equipo de Caputo buscó así despejar inquietudes ante la frustración que significó para los grandes empresarios el restablecimiento del cepo por Mauricio Macri y la suba de impuestos por Alberto Fernández. Ese temor quedó expuesto en la segunda parte del seminario cuando los empresarios preguntaron si las cláusulas de seguridad jurídica los protegen de nuevos tributos y si la estabilidad a 30 años incluye el tipo de cambio.
«Cuando hablamos de estabilidad en beneficios cambiarios, la única excepción es el tipo de cambio, si varía el tipo de cambio, sigue el curso, eso no está blindado» respondió Camina Corvalán, del estudio Beccar Varela, una de las especialistas que disertó en el panel de expertos junto a Sergio Caveggia y Jacqueline Reichel, del estudio Ernst & Young, y Alejandro Perelzstein, de Bruchou-Funes de Rioja.